Quizá una de las historias más reproducidas y contadas a lo largo de los 100 años ya, desde su partida en el viaje inaugural desde Southampton (Inglaterra), hacia Cherburgo, Queenstown y finalmente, New York, ciudad esta a la que nunca arrivó. El Titanic, de nombre completo RMS Titanic (Royal Mail Steamship Titanic, «Buque de vapor del Correo Real Titanic») era el segundo de tres transatlánticos conocidos como Clase Olympic. El Titanic fué, en su tiempo, el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo, compartiendo honores con el RMS Olympic, hermano gemelo de éste, hasta 1913, año en que fué botado el Vaterland).
Su opulencia y lujo, sobre todo para el pasaje de la clase alta, le hacía poseedor de decoraciones magníficas, basadas en estilos clásicos, como el Imperial, Luis XIV, Luis XV, Luis XVI, Moderno y Jacobino, entre otros. Tenía piscina interior, gimnasio, pista de squash, baños turcos, entre otras muchas comodidas, exclusivamente para la primera clase. El Transatlántico, contaba también con dos bibliotecas y dos peluquerías de lujo. Los camarotes de primera clase contaban igualmente con costosos recubrimientos y adornos de madera y comodidades tales como, estufas, baños de agua caliente y fría y en el caso de las Suites, chimeneas interiores. Se incluyó por primera vez en la época, ascensores para facilitar la subida y bajada de planta más comodamente. Contaba con 2 ascensores para primera clase y 1 para segunda.
Pero independientemente del lujo, quizá una de las mayores carencias que al final serían determinantes para la gran cantidad de muertes registradas en el naufragio, fueron los botes salvavidas. En total 20, de tres tipos y capacidades diferentes, pero insuficientes para albergar el amplio pasaje integrado por 2.227 personas y que a pesar de cumplir con todas las normativas marítimas de la época, solo 1.178 tenían la posibilidad de salvarse en caso de naufragio y aún así sólo 705 lo consiguieron.
El elevado número de muertes en hombres, fue debido al protocolo de la época, de “mujeres y niños primero” el cual en la mayoría de los casos, se cumplió a rajatabla, con algunas excepciones, entre las que estuvo la de Bruce Ismay, vicepresidente de la compañía que al año siguiente debido al gran número de críticas e insultos contra su honor y valentía, se despidió de la “White Star Line” recluyéndose en su casa hasta su muerte en 1937.
El inició del viaje comienza el miércoles 10 de abril de 1912, con el anuncio por parte de su capitán Edward John Smith, de que ése iba a ser su último viaje como mando, antes de jubilarse. El Titanic zarpa a las 12:15 horas, con lo que parece una premonición; cuando deja el muelle su estela hace que el SS New York, que estaba atracado muy próximo se acercara con mucho peligro, llegando a romper incluso sus amarras y casi llegando a colisionar ambos buques. El proceso de remolcado del New York, produjo un retraso de una hora en la salida. Atraviesa el Canal de la Mancha y hace escala en Cherburgo, (Francia) para recoger más pasajeros, y al día siguiente hace escala en Queenstown, (Irlanda), donde de nuevo son recogidos más pasajeros además del correo.
El Titanic, estaba ofreciendo un viaje placentero y sin novedad para la gran mayoría del pasaje, hasta el día 13 de Abril, en que comenzaron a recibirse mensajes de avistamientos de bloques de hielo. Hubo un periodo, cerca de 10 horas, en que el telégrafo se averió y no hubo por tanto comunicación, pero cuando se recuperó el buen funcionamiento, los operadores comenzaron de nuevo a recibir mensajes de peligro, a los que desgraciadamente no dieron la credibilidad debida. Mientras tanto, el buque se acercaba cada vez más a las aguas de Terranova y el clima cada vez se iba enfriando más y más, por lo que el Capitán John Smith ordena variar algo el rumbo para continuar más al sur y evitar así los grandes Icebergs. No obstante, el buque provisto de 29 calderas alimentadas por 159 hornos de carbón, navegaba a una velocidad de 22 nudos, unos 41 Km por hora, cercanos a los 23 nudos, unos 43 Km por hora, velocidad máxima posible para el Titanic, por lo que el Capitán decide consultar con Bruce Ismay, vicepresidente de la compañía, si podía reducirla, respondiendo éste negativamente ya que no quería retrasar la llegada de este primer viaje. La caída de la noche, sumamente gélida y con un mar oscuro y en calma, hace aún más peligrosa la navegación a esta velocidad, por lo que de nuevo el Capitán Smith consulta a Ismay si dá su permiso para bajar la velocidad del buque, a lo que éste de nuevo responde negativamente. Probablemente, la intuición y la preocupación que dan la experiencia de muchos años en el mar, llevan al capitán del barco, a redoblar la vigilancia para detectar posibles bloques de hielo a la deriva, antes de retirarse a su camarote. Lamentablemente, no fue suficiente y tal como Smith temía, cuando el Titanic navegaba a 22.5 nudos, solo a medio nudo de la velocidad máxima, el vigía Frederick Fleet dá la alarma sobre la avistación de un gran Iceberg a 500 metros de distancia por delante del barco y con una altura sobre la superficie, de unos 30 metros. Hace sonar 3 veces la campana de alarma, que en el lenguaje marinero, significa “Obstáculos por delante” y pone sobre aviso al Oficial de Guardía, en ese momento el jefe de oficiales William Murdoch, quien se pone al mando para intentar evitar la colisión. Primero ordena girar el timón “todo a babor” seguido de “marcha atrás” consiguiendo en principio esquivar la colisión frontal, pero a continuación, ordenó virar a estribor sin tener en cuenta que la base sumergida del Iceberg podría extenderse hacia los lados, como al parecer así fué. Se produjo el rozamiento del Iceberg a lo largo del casco del buque, provocando grietas y grandes desperfectos, a lo largo de unos 100 metros del casco que dieron como resultado la entrada masiva de agua en gran parte de los compartimentos de flotación.
Una vez producida la colisión y alejados ya del bloque de hielo, el Capitán sale de su camarote y ordena al diseñador del barco Thomas Adrews que junto al carpintero revisaran los daños. Las peores noticias se confirman tras la inspección. “El Titanic, se hundiría en un plazo de 2 a 4 horas como máximo” según Andrews.
Tras la petición de socorro, 2 eran los barcos que podían prestar ayuda al Titanic, uno era el RMS Carpathia que estaba a unas 58 millas y que cambió su rumbo sin dudar dirigiéndose al Titanic y el otro el SS Californian, un barco de transporte mixto que estaba tan solo a 10 millas, pero incomprensiblemete y al parecer por una disputa con el radiotelegrafista del Titanic, cerró la conexión, no pudiendo recibir la petición de socorro. Pero ¿y las múltiples vengalas que al parecer se lanzaron? ¿Hizo caso omiso? ¿O realmente no las vió? … Ésto, siempre permanecerá como una incognita.
Hasta el cuarto día desde su salida de Southampton, el Titanic, disfrutó de un placentero viaje, hasta el 14 de Abril a las 23:40 horas, en el que el barco chocó contra un Iceberg al sur de las costas de Terranova, hundiéndose a las 2:20 horas de la mañana del día 15 de Abril y convirtiendose el acontecimiento en el peor desastre marítimo de la época, en tiempos no de guerra. El mayor y más lujoso transatlántico del momento, considerado “insumergible”, acababa sus días en el mar de Terranova. De un pasaje de 2.227 personas, solo lograron sobrevivir, 705. En los botes salvavidas pudieron embarcar solo 711 personas de las 1.178 plazas disponibles con preferencia para la primera y segunda clase y mujeres y niños sobre todo, falleciendo el 75% del pasaje de tercera clase.
Hoy día, cuando se cumplen 100 años de la tragedia, el recuerdo persiste en nuestras mentes y en nuestros corazones, gracias a documentales, series y al gran número de películas realizadas. Yo por mi parte, quiero participar modestamente, y desde aquí, quiero hacer un pequeño homenaje para todas las personas sin diferenciación de clases, que perdieron su vida y vieron truncado la consecución de su sueño.
«Dedicado a las víctimas de una gran tragedia de la que tan solo una tercera parte logró sobrevivir»
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